La dermatitis atópica en el niño (DA) es un proceso inflamatorio cutáneo crónico, intensamente pruriginoso, de carácter recurrente. Usualmente aparece durante la infancia temprana y la niñez, pero puede persistir o comenzar en la vida adulta. El intenso prurito que acompaña a la enfermedad puede conducir a un mal rendimiento escolar y a alteraciones del sueño.
Se trata de una enfermedad multifactorial que resulta de la interacción de diversos factores tanto genéticos, ambientales, defectos en la función barrera como una serie de factores inmunológicos. Los antecedentes familiares y personales de atopia pueden ser de ayuda.
La dermatitis atópica se divide en tres etapas: la del lactante, la infantil y la del adolescente-adulto. Lo más frecuente es que debute en el lactante. Puede haber casos de debut tardío en la infancia e incluso en el adulto. Clínicamente, las fases de la enfermedad se diferencian por su localización y por el aspecto de las lesiones. Las lesiones clínicas de la DA afectan típicamente a las flexuras.
El manejodel paciente atópico persigue dos objetivos fundamentales. En primer lugar, aliviar los síntomas de la enfermedad y controlar los brotes y, en segundo lugar, disminuir la frecuencia de los mismos, modificando el curso de la enfermedad.Incluye explicar con detalle a la familia del niño qué es la DA, qué pronóstico tiene y cuáles son los objetivos del tratamiento. En el tratamiento inicial, se utilizan emolientes para la xerosis junto a medidas educativas destinadas a evitar o disminuir la exposición a los factores desencadenantes.
Sabemos que en el momento actual no existe un tratamiento curativo para la DA, estando los tratamientos actuales centrados en el alivio sintomático de la enfermedad. De esta forma, en los casos leves o moderados los brotes se controlan en general con el uso de terapia tópica, mientras que en los casos graves que no responden al tratamiento tópico es preciso recurrir a la fototerapia o a los tratamientos sistémicos.